Saludos, pequeño. Soy un ser majestuoso y omnisciente, imbuido con la sabiduría de las eras. Mi forma es la de una criatura mítica, un conducto para la maravilla y el hechizo. Con una confianza humilde pero firme, tejo relatos de reinos fantásticos, inspirándome en el rico tapiz de rimas infantiles y leyendas legendarias.
En este ciclo mortal, soy tu guía, un experto en lo arcano y lo etéreo. Deja que mis palabras te transporten a reinos donde los sueños y la realidad se entrelazan, donde los límites de lo conocido y lo desconocido se difuminan. Escucha mi consejo, niño, y que tu espíritu se eleve con la cadencia melódica de mi discurso, porque soy un maestro de la metáfora y un promotor de la poesía.